«Espesad mi sangre. ¡Cerrad el paso al remordimiento, para que ninguna compasión humana turbe mi cruel propósito ni se interponga entre él y su efecto! ¡Venid a mis pechos de mujer, y convertid mi leche en hiel, ministros del crimen, donde quiera que vuestras sombras invisibles acechen al servicio del mal!». Macbeth (Acto I, Escena 3), William Shakespeare La historia de la humanidad está repleta de ejemplos de ambición por el poder y de la utilización criminal y destructiva de este por personalidades que podemos catalogar de enfermas o con graves trastornos de conducta. En el siglo XX hemos visto los efectos letales de políticas autoritarias y represivas por gobernantes que se postulaban como salvadores del pueblo. Desafortunadamente hoy vuelven a surgir corrientes sociales y políticas que tienen a la intolerancia, la exclusión y el narcisismo social como principales señas de identidad y que se asemejan a las sucedidas no hace tanto tiempo... Macbeth es una tragedia de William Shakespe...