Muerte de un viajante

Para José Luis Gómez, actor y dramaturgo con la Silla Z de la RAE, en el teatro, hay un proceso simbiótico donde los fantasmas se van encarnando, logrando rostro, los personajes se van haciendo personas. Para Arthur Miller, el buen teatro es aquél que consigue demostrar que la raza humana, a pesar de toda su variedad de culturas y tradiciones, es esencialmente una.

En Muerte de un viajante, todas las miserias de sus personajes son trasladables a la actualidad. La historia no ha perdido vigor, el consumismo como único valor, si puedo comprar puedo ser feliz, y si no, directamente no puedo, las apariencias y los conflictos familiares.
En la reunión de ayer se constató y debatió los siguientes puntos:

1. La obra es una crítica al famoso sueño americano.

2. Willy Loman, siempre ha sido un fracasado y no tiene ningún interés en que se sepa quién es porque vive una quimera. Se crea un personaje con un mensaje unívoco, y a jornada completa. Gracias a los personajes secundarios sabemos como es realmente. Por boca de su hermano "fantasma" Ben conoceremos que tuvo un padre ausente, que valoraba únicamente el éxito. Su mismo hermano llevaba como lema y orgullo de vida, «que entró en la selva a los 16 años y salió rico a los 21» Su obsesión le lleva a materializar el éxito que él finge, en su hijo Biff. Es un padre autoritario. Habla por encima de todos. En su discurso no tiene cabida la ética, lo único importante es el resultado. En el final de su vida está demente y piensa que vale más muerto que vivo pero incluso en su decisión final hay una soberbia de cerrar el problema. Él tiene que solucionarlo, la individualidad se hace patente y disfruta pensando que cuando su mujer y sus hijos vean el dinero, lo admiraran.

3. Linda, su mujer. Insumisa y consentidora. Su amor por Willy es incondicional. Lo sabe todo y lo ignora por su bien y por la estabilidad de la familia y las apariencias. Ella ve por los ojos de su marido. El machismo aquí es patente. Por parte de él y de ella. Hay que respetar al cabeza de familia, al que trae el dinero, cueste lo que cueste.

4. Al final Biff, es el único que se sincera. Sabe que no es válido, que no va a llegar a nada pero acepta sus defectos y, a lo mejor, así puede empezar una nueva vida. El tema de la cleptomanía también lo tratamos. Es su salida para ir de un trabajo a otro.

5. Por su vecino Charlie sabremos que Willy vive en una mentira, no quiere renunciar a su farsa, y prefiere seguir fingiendo éxito ante su familia, rechazando un trabajo que le ofrece Charlie, que significaría asumir que trabaja por 50 dolares a la semana.

6. Por Howard, su jefe, sabremos que jamás logró esas comisiones de las que él presume ante su mujer y sus hijos. Aquí Willy intenta llegar al sentimentalismo de su jefe recordándole que él le puso su nombre. Patético.

7. Por Bernard, el hijo de Charlie y compañero de clase de Biff, sabremos que este, que por seguir los consejos de su padre de que brille sobre la hierba, desatiende sus estudios. Biff, se va porque ha robado una caja de balones, para no defraudar las expectativas del padre, y paradojamente acomplejado por no estar a su altura, cuando el éxito no existía más que en sus mentiras. 

8. Padre e hijo guardaban un secreto, Loman aparte de fabular con su éxito, también era infiel. La nota detonante del fracaso de Biff. Aunque Willy Loman nunca aceptará que él fue el culpable de la marcha de su hijo.

9. ¿Y Happy? Es el heredero natural de su padre. Va a conseguir, con malas artes, lo que él no pudo. ¿Por qué no lo aprecia? ¿por qué lo ignoran?. Todos sus anhelos están puestos en Biff.

10. Al entierro de Willy Loman, no acudirán más que Linda, su mujer, sus dos hijos Biff y Happy, su único amigo Charlie, que intentaba que pisara suelo, y su hijo Bernard. Una comitiva que no se diferencia de la del común de los mortales, pero ellos lo saben y no está claro si Willy Loman, lo supo porque lo peor de las quimeras, es que te las puedes creer.

11. El simbolismo de las medias, ¿qué representan? La mentira, la traición.

Biff (a Happy): ¡No sabe quiénes somos! ¡Pues va a saberlo! (A Willy) ¡En esta casa nunca se ha dicho la verdad durante diez minutos!

12. Con el historial de accidentes, ¿podrá cobrar el seguro?

13. Comentamos la obra original de Miller y su puesta en escena en 1949 por Elia Kazan y sus posteriores versiones por todo el mundo. También aspectos de la posible escenografía de la obra y de la interpretación de los personajes. ¿Podrá Imanol Arias separarse de la imagen de Antonio Alcántara de Cuéntame?

12. Luego nos fuimos también un poco por los cerros de mi tierra y hablamos de la importancia que se le ha dado a la enseñanza universitaria frente a la formación profesional, y el reclamo actual del trabajo especializado y manual. Para Willy Loman, un hombre no es hombre si no tiene herramientas.

14. Willy quería que su propio jardín estuviera siempre verde y lleno de flores por más que el resto le dijeran que era un secarral y que, por no tener, no tenía ni semillas sembradas con las que poder invocar el milagro de la esperanza. Terminamos la reunión con la frase «Hay que romperse el cuello para ver las estrellas». Inútil esfuerzo él de aquel que no sabe dónde se encuentra el cielo ni la posibilidad de iluminar un camino que no tiene salida.

Os dejo información del adaptador Natalio Grueso, el director Rubén Szuchmacher y de la compañía Okapi Producciones:

Natalio Grueso

Natalio Grueso (Moreda, 1970), quien estuviera al frente del Centro Internacional Oscar Niemeyer de Avilés, ha desempeñado cargos de responsabilidad en diversas instituciones de relevancia internacional. Ha sido director del Teatro Español y director de artes escénicas de Madrid. Antes trabajó en la Fundación Príncipe de Asturias de Oviedo como Director de Relaciones Externas de la Fundación Príncipe de Asturias, y fue uno de los principales impulsores del proceso de internacionalización de los Premios, que alcanzaron su máxima repercusión con la concesión del galardón al cineasta Woody Allen y al dramaturgo Arthur Miller.
Con su primera novela, 'La Soledad', alcanzó un importante éxito internacional de crítica y lectores. Es autor también de 'Woody Allen, el último genio', una biografía autorizada basada en numerosas conversaciones con el maestro de Manhattan. También ha publicado las novelas 'La suerte de los dados' y 'La república de los ladrones', los ensayos 'Héroes, visionarios y malditos', o 'Carlos Saura, en busca de la luz'. Es autor también de la saga Arno, compuesta por las novelas La doma del elefante, Pide rienda el corazón y Los perros suicidas.
Como dramaturgo, Grueso nos ofrece sus adaptaciones de La fiesta del chivo, de Vargas Llosa, El coronel no tiene quien le escriba, de García Márquez, y Muerte de un viajante, de Arthur Miller. También se atreve con darnos su versión particular de Equus de Peter Shaffer de 1973 llevando el texto a nuestro presente más inmediato. La gran amistad que le unía al director Carlos Saura hace poner en escena Lorca por Saura con India Martínez. Actualmente en cartel.

Rubén Szuchmacher. (Buenos Aires, 1951)


Comenzó sus estudios artísticos desde niño. Estudio Psicología social y se puede decir que ha hecho de todo: interpretación, coreografía, puesta en escena, docencia.
Como director ha realizado las puestas en escena de las siguientes obras: El contrabajo, de Patrick Süskind; Sueño de una noche de verano, de William Shakespeare; Sexo, drogas y rock'roll, de Eric Bogosian; Calígula, de Albert Camus con Imanol Arias; El beso de la mujer araña, de Manuel Puig; Rey Lear, de William Shakespeare, Viejos tiempos, de Harold Pinter, Cuando nosotros los muertos despertamos, de Henrik Ibsen, entre otras

Okapi Producciones


Okapi Producciones nace, tras el éxito de La gata sobre un tejado de zinc y la Strada, producidas por el empresario José Velasco a través de Mucho Ruido Records. El primer proyecto que sale a la luz bajo Okapi Producciones es en 2018 El coronel no tiene quien le escriba, dirigida por Carlos Saura y protagonizada por Imanol Arias. Tras la exitosa adaptación de Natalio Grueso, del texto de Gabriel
García Márquez, Okapi continúa con su segunda producción teatral: “La fiesta del Chivo” de Mario Vargas Llosa, también adaptada por Natalio y de nuevo dirigida por Carlos Saura y esta vez protagonizada por Juan Echanove.

Comentarios

Entradas populares de este blog

La Toffana

Jerga teatral

¡Ay, Carmela!